Fue salvado por los pelos, y gracias a la intervención de varios miembros de seguridad del Hospital Montecelo, en Pontevedra. Un perro estuvo al borde de morirse de calor al permanecer durante horas en el vehículo de su dueño, un encierro que NO se produjo de forma accidental. De hecho, agentes de la Policía Local denunciaron a su propietario por cargos relacionados con el maltrato animal.
Los hechos se remontan al viernes cuando el individuo, un vecino de Marín, estacionó su automóvil en los aledaños del centro sanitario y dejó al perro en el interior del mismo. Tras varias horas dentro del coche, los vigilantes del hospital comprobaron que el animal agonizaba dentro del coche, y se pusieron inmediatamente en contacto con la jefatura municipal. «El perro llevaba allí desde primera hora de la mañana», señalaron fuentes cercanas al caso, «con el sol dando de lleno». Las mismas fuentes añadieron que las ventanillas del automóvil estaban completamente cerradas.
Como consecuencia del fuerte calor, los vigilantes de Montecelo echaron en varias ocasiones agua sobre el vehículo con una manguera y cubos para tratar de mantenerlo fresco y evitar así la deshidratación del perro, descrito como un can grande de color negro pero del que se desconoce su raza. «Echaron bastante agua sobre el turismo para tratar así de refrescarlo», añadieron otras fuentes conocedoras del incidente. «El animal agonizaba. Fue todo muy triste», destacaron.
Cuando los agentes llegaron al lugar de los hechos, no dudaron en romper una de las ventanillas traseras del automóvil. «Afortunadamente, pudieron salvar al perro», indicó un portavoz de la Policía Local de Pontevedra.
Delito de maltrato animal
Diversos testigos señalaron que, cuando se retiró al can del turismo, estaba sangrando por la boca. El cuerpo municipal indicó que el marinense responsable de los hechos se enfrentará a un delito de maltrato animal.
FUENTE: www.lavozdegalicia.es
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